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parkings subterráneos en Barcelona

Nuevos usos para los parkings subterráneos en Barcelona

Covey Alquiler

Ya hemos hablado anteriormente sobre la apuesta de Barcelona por la sostenibilidad y su adaptación a la Ley Contra el Cambio Climático y Transición Energética que entró en vigor el pasado mes de enero. En esta ocasión y en línea con su objetivo anticontaminación, el Ayuntamiento prepara la puesta en marcha de un nuevo plan urbanístico especial para dar nuevos usos a los parkings de la ciudad. 

La idea es que estos espacios puedan ser utilizados a modo de pequeños almacenes, taquillas para el retiro de compras y otros usos, con el objetivo de liberar espacio público “en superficie”. Un proyecto innovador para aprovechar al máximo los más de 600 aparcamientos subterráneos de la ciudad y así liberar las calzadas de tráfico dedicado al reparto de paquetería, que actualmente causan numerosos problemas de colapso circulatorio y contaminación.

Este plan forma parte de la estrategia de Distribución Urbana de Mercancías (DUM) que lleva a cabo Barcelona y su objetivo es cambiar el reparto en las ciudades a la recogida en sitios determinados, con el fin de liberar el espacio público y descongestionar el tráfico.

 

Entre aparcamientos públicos y privados, Barcelona tiene 620 establecimientos. De media, un 70% de las plazas son de abonados y el 30% de rotación que cuentan con vigilancia.. La puesta en marcha de este nuevo plan urbanístico prevé que los negocios establezcan una regulación horaria para acceder a las nuevas actividades, limita el uso de estas plazas para estas nuevas actividades, restringe su ubicación a las primeras en el subsuelo y exige contar con salida directa a la calle. Actualmente ya hay en marcha una prueba piloto que cuenta con 17  centros DUM en aparcamientos.

Solución para la contaminación de Barcelona

El objetivo es reducir la contaminación en la Ciudad Condal mediante la liberación de espacio público y tiene como finalidad adicional reducir el tráfico de camiones y furgonetas de reparto dentro del espacio urbano, que actualmente representan uno de cada cuatro vehículos que acceden a las zonas del centro de la ciudad.

El plan contempla la utilización de los 620 aparcamientos subterráneos de Barcelona para desarrollar otras actividades, desde instalar pequeños almacenes para la entrega de paquetería, taquillas para entregas de compras por internet e incluso recogida de comida refrigerada. Además, se podrán instalar cajeros automáticos, máquinas de vending e incluso puntos de recarga para vehículos eléctricos.

La intención de las autoridades es reducir el tráfico de camiones y furgonetas de reparto en la ciudad, lo que ayudará a reducir la contaminación.

Contínua adaptación de los transportistas

La nueva iniciativa junto con la ya en vigor Ley Contra el Cambio Climático y Transición Energética implican la continua adaptación de unos  transportistas muy asfixiados por las exigencias de los continuos cambios de normativa en el entorno urbano.

El nuevo plan del consistorio implica que además de cumplir con las exigencias de la nueva ley para poder acceder a la Zonas de bajas emisiones, o ZBE, también van a ver condicionada la forma en la que gestionan la distribución y el reparto de sus mercancías.

Frente a este ambicioso plan urbanístico, el alquiler furgonetas Barcelona se presenta como una solución económica, rápida y eficiente para adaptarse a los cada vez más exigentes planes urbanísticos del ayuntamiento en cuanto a sostenibilidad y lucha contra la contaminación.

Esta alternativa les permite cumplir con la normativa de la ZBE sin tener que invertir en un vehículo propio, además, de permitirles adaptarse a las nuevas regulaciones sin tener que invertir en un vehículo propio  ya que les permite disponer de vehículos modernos y sostenibles con el medio ambiente, lo que les facilita reducir sus costos operativos y mejorar su eficiencia.